Si se da que te caes de un tercer piso, en general, te mueres. O por lo menos quedas bastante mal. La duda surgió hoy cuando un amigo se deshizo de una hormiga lanzándola desde una altura considerable. – Seguro que vamos al piso de abajo y sigue como si nada – pensamos. ¿Por qué?
La solución es sencilla. Analizando el problema, el daño se produce por la fuerza que ejerce el suelo contra nosotros, que depende de nuestra masa, de la gravedad, material, etc. ¿Y que pasa con la hormiga? Que su masa es muy pequeña, y Dios, al hacer los cálculos, tiene errores de redondeo por ser el peso una magnitud tan pequeña, por eso la masa da cero, y la fuerza contra la hormiga acaba dando 0.