Mañana Telecinco estrena Los 80, algo así­ como “Cuéntame” pero avanzado unos cuantos añitos.

Y yo, activista e indignado con la televisión, que huye de las series españolas como los gatos del agua, me muero de ganas de verla. ¿Me hago viejo y, como todos los viejos, añoro el pasado o realmente la situación actual es una mierda mayúscula?

Hemos cambiado la mí­tica televisión de 1,2,3, Gurruchaga, Alaska y diversos programas variopintos por… cotilleo, cotilleo y más cotilleo. Hombres G por Bisbal. El Golf II por el Golf V. Y un largo etcétera. Cierto es que muchas otras cosas han mejorado infinitamente. Lo que es inexplicable es por qué otras han empeorado.

Una caja de 12 “Plastidecores” era un buen regalo de cumpleaños y por uno “color carne” eras capaz de matar. Las cajas de 24 eran como Bin Laden, existí­an, pero nadie las habí­a visto. (De la segunda derivada, realmente me siento identificado, somos la la generación Nocilla)

Ahora, yo y mis amigos envidiamos al que pasa con su cochazo, y nos imaginamos como serí­a tenerlo. Con 15 años, envidiaba a quién tení­a el ordenador “más mejor”. Y cuando era niño, se nos caí­a la baba al ver al “elegido” que traí­a su caja de Plastidecor 24 (el color carne acabado, eso sí­).