Juan Carlos I cada vez se lo curra menos. Si su discurso navideño resulta previsible, esta segunda aparición del año en televisión ha sido un escándalo: “En un lugar de la Mancha…”.
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¿Que no se le ocurre nada que decir? Coño, pues contrata un guionista…
Con un pellizco de los 7,78 millones de euros que le hemos ingresado este año en su cartilla (la partida de los presupuestos Generales del Estado que corresponde a la Casa Real) podría hacer un contrato, de obra por supuesto, al que le escribe los monólogos a Buenafuente. Los telespectadores se troncharían, subiría la audiencia de TVE (que buena falta le hace) y él quedaría como un rey.
Texto entero en El Rey Vaguea, de la bitácora cultural El descodificador, de El Mundo. Escrito por un tal Javier Pérez de Albéniz, aunque debió de ser ordenado por la mismísima Agatha