El otro día comentaba mientras iba en coche con un amigo qué pasaría si Google desapareciese un día, al hilo de que cada vez más cosas pasan de nuestros escritorios (sistemas operativos) a servicios web. Por ejemplo, el Thunderbird ha desaparecido para mí desde que GMail existe. Y además del correo, hay muchos otros servicios que utilizo (o al menos he probado) de Google:
Os estaréis preguntando: ¿sólo esos?. No, falta uno de los más importantes, AdSense. La respuesta a la pregunta en aquel momento fue clara: “pues pasaría lo mismo que si nos empotramos contra ese árbol: sería catastrófico, una auténtica putada, y haré lo posible para que no ocurra, pero no quiero ni imaginarme el tener que buscar una salida si llega a ocurrir”.