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El amigo informático

De un tiempo a esta parte me he vuelto mucho más blando a la hora de hacer de informático en el que es para mí­ el sentido más peyorativo de la palabra: fontanero con carrera “no fácil” de unos cuantos años. Esto es, ya no salgo corriendo o hago que huya de mi aquel que tiene la desafortunada pero extendida creencia de que puedo solucionar sin esfuerzo y mejor que cualquier otro esos problemas tecnicos tan frustrantes.

Este cambio viene por varios motivos. El primero, mi corta pero intensa experiencia profesional como esbirro de asistencia técnica telefónica de una teleco. Tristemente unos cuantos euros por consulta psiquiátrica, en ocasiones acompañada de tecnológica, alivian la frustración.

El segundo, las magistrales clases sobre cómo tratar con este tipo de problemas. Unas breves pinceladas sobre el tema me han hecho llegar a la conclusión de que no merece la pena perder los estribos ni las amistades por una redirección de puertos. Admito mi gran parte de culpa en este punto: la explicación tiene que tener una conclusión correcta para la resolución del problema. Si en los pasos intermedios explicamos que todo se debe a una imaginaria conjunción de componentes aleatorios, no pasa nada. El fin justifica los medios (y la supresión de los pasos intermedios).

El tercero es que poco a poco la tecnologí­a se va integrando en la vida de los mortales y desintegrando de la mia. Cada vez más gente sabe cómo funcionan las aplicaciones, y cada vez yo sé menos sobre cómo funcionan. Esta realidad, ajena a la ingenierí­a informática, hace que la brecha tecnológica no se convierta en brecha en la cabeza del curioso usuario amigo.

Todo esto, que lleva en mi cabeza desde hace tiempo, ha encontrado hoy la excusa perfecta para salir a la luz. Porque sí­, las cosas han cambiado, pero cuidado, como decí­a Sabina (ese-que-hace-que-la-gente-se-acuerde-de-mi): Un dí­a todos los enanos se revelarán contra Gulliver…

El amigo informático – La hora chanante

Tranquilidad, era sólo un cuento divertido para ilustrar el genial ví­deo. Por primera vez en mucho tiempo he pasado el dí­a entero sin postear, y necesitaba descargar el mono en algún sitio.

4 comments

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