Dice la leyenda que un directivo de una compañía aérea ahorró nosecuantos millones al año por quitar una aceituna de la ensalada. O su modelo de negocio era vender comida a bordo de los aviones y el mal funcionamiento de la empresa se debía al coste de las materias primas, o directamente ganaban tanto que poco importaba. Al final una aceituna es una aceituna. Y según ese mismo razonamiento, si apenas influye en el producto final, que saque dos y gane el doble, ¿no?
Esto viene al fantástico estudio sobre que los ingleses pierden 145 millones de horas al año buscando su coche, tiempo en que los centros comerciales dejan de ingresar 900 millones de euros al año. Porque ya se sabe, yo si no compro más es por el tiempo que tardo en encontrar el coche, no por otra cosa, que soy un consumidor sin criterio y dinero infinito que utilizo todo mi tiempo para comprar.
El caso es que este razonamiento lo utiliza una empresa que fabrica tonterías para justificar la utilización de un sistema para encontrar el coche en el párking (leed la nota de prensa original, no tiene desperdicio). Claro, que puestos a jugar, jugamos todos:
En Reino Unido hay 27 millones de conductores. Si todos tuviesen este sistema, suponiendo que cueste unos 100 euros, gastarían 2700 millones de euros. Si ellos suponen que los consumidores utilizarían su tiempo para comprar, yo puedo suponer con la misma autoridad (y que alguien me diga lo contrario…) que utilizarían ese dinero para acabar con la pobreza, por tanto morirían decenas de miles de niños al año por desnutrición y falta de vacunas, por ejemplo. Y si contamos el dinero que se ahorran por no estar comprando en ese tiempo, acabamos también con el cambio climático.