Para celebrar que hoy mi blog cumple cuatro años (ver post anterior), voy a hacer un post de esos con los que empecé, una mezcla de monólogo cómico y pequeña indignación que gustará a los lectores más cercanos y hará replantearse al resto mi presencia en sus lectores de feeds.
Al grano. El caso es que utilizo dos marcas distintas de enjuague bucal, una en cada piso. Una es Listerine y la otra Líquido de enjuague bucal Carrefour. Los dos dejan la boca fresca, pero el Listerine quema como si fuese ácido. Me he planteado llamar al teléfono de atención al cliente de Listerine para preguntar quién de los dos me la está jugando: o bien Carrefour me está vendiendo uno que no funciona, o bien Listerine me está haciendo sufrir sin motivo.
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