Qué significa estar informado, o cuáles son las noticias importantes, cómo se mide esa importancia. Cuando nos planteamos este tema obtenemos más preguntas que respuestas. Después de llevar mucho tiempo haciéndome estas preguntas, y ahora que entiendo cómo funcionan los medios por dentro, me atrevo a plantear mi hipótesis.
Las noticias que importan son las que afectan a tu vida, me dijo un señor que dirige un periódico. Y estoy completamente de acuerdo. Esto traslada la pregunta de qué es estar informado a la pregunta cuáles son las noticias que te afectan, pero esta es más sencilla de responder.
¿Las noticias que generan mayor interés son las más importantes?
O, lo que es lo mismo, ¿las noticias más leídas son las que realmente te afectan? Mi opinión es que no. Hace tiempo que quiero recopilar el caso de Menéame (sitio de promoción social de noticias, por cierto que Ricardo Galli, su fundador, también se pregunta ¿Qué es estar informado? con interesantes aportaciones), sin embargo no hace mirar en Internet. Los gustos son los mismos, pero Internet nos permite medir de forma más fiable hacia dónde van los lectores, incluso permite que éstos modifiquen la visibilidad de las noticias.
Es un ejemplo de hace algún tiempo, pero cualquier día, a cualquier hora, podemos ver que las noticias más leídas (o más votadas) son en gran parte de este estilo.
Yo me pregunto: ¿en qué nos afecta la camiseta de Chavez y el Rey? Una cosa son las relaciones España-Venezuela, y otra muy distinta esa curiosidad. Pero yo también hice click en la noticia, no lo niego.
La conclusión para mí es clara aunque desagradable: los lugares que utilizan el número de lecturas o de votos para organizar la información no funcionan. O al menos requieren un segundo filtro por parte del lector, si es que éste tiene criterio para hacerlo. ¿Lo tiene?
Telebasura e internetbasura
Curiosamente en Menéame es fácil encontrar críticas cada poco tiempo a la telebasura, mezcladas con noticias que no son más que una versión distinta de lo mismo que critican. Los sucesos, cuanto más llamativos y morbosos mejor, alimentan las tardes de las televisiones generalistas de la misma forma que alimentan Menéame.
Ejemplo, “explosión de gas con desalojo de anciana:http://meneame.net/story/mossos-buscan-vecina-piso-explosion-mortal-iba-ser-desahuciada-hoy, los dos tópicos más manidos de los sucesos juntos en una única noticia (aunque aquí parece que se transforma en una historia de novela negra). ¿Te afecta esa noticia? ¿Vas a hacer algo por la anciana o por revisar tu instalación de gas?
La noticia que te interesa es la que analiza el problema de la inseguridad en las instalaciones de gas, que explote una bombona más o menos te da igual salvo que te haya explotado a ti, y en ese caso no necesitas recurrir a los medios para enterarte.
Son contenidos para alimentar la telebasura o la internetbasura. Y lo malo no es que los consumas (porque de todo tiene que haber), lo malo es que pienses que estás mejor informado por leer sucesos en Menéame que por ver “España directo” o “Está pasando”. De la misma forma que tu nivel intelectual no es mayor por disfrutar de Failblog, Yonkis o similar que por ver Gran Hermano o Operación Triunfo.
La información basura es como el alcohol, consumirlo de forma breve hasta es beneficioso, hacerlo de forma controlada y sabiendo lo que haces es razonable, lo peor es cuando no te pones límite y, sobre todo, no eres consciente de lo que estás haciendo.
Mi consejo: Menéame, los filtros sociales y los componentes sociales de todos los medios (online o no) son útiles para conocer información a la que no podrías llegar de otra forma, incluyendo esa larga cola de contenidos interesantes. Pero no pienses que porque la película sea la más taquillera, el programa de TV sea el más exitoso o la noticia sea la más votada, eso implique calidad o importancia.
Entonces, ¿nos fiamos de los medios tradicionales, o al menos del método de selección clásico? Nada más lejos de la realidad.
If it bleeds, it leads (Si sangra, va a portada)
Sé que mi postura no es compartida respecto a estos temas, especialmente cuando hablo de información sensible, algo que por otra parte es comprensible. En más de una ocasión he planteado por qué los medios dedican tanta cobertura a ciertos sucesos.
No difícil darse cuenta que la cantidad de minutos de televisión, portadas de periódicos y artículos es directamente proporcional al impacto emotivo del suceso y no a su importancia real. A mí me impacta igual que al resto la noticia de los 150 muertos del avión de Spanair, pero este mes el mismo número de personas han muerto en las carreteras. No se trata de frivolizar sobre el asunto, sólo digo que ojalá la sociedad consiguiese tener la misma sensibilidad con todos los muertos y no sólo con los que mueren en accidentes espectaculares.
¿Por qué es importante la noticia de un accidente de avión?
Sensibilidad social
A menos que seas algún tipo de monstruo, te impacta la muerte de esas personas y el sufrimiento de sus familias. Pero de la misma forma sufren las familias de los enfermos de cáncer o de los muertos en la carretera. O la gente que se muere de hambre en el tercer mundo.
Cómo te afecta
El punto clave. Después de un accidente, coger un avión siempre será tanto o más seguro que antes de él. Sin embargo, la percepción es completamente distinta. A mí también me impacta más ver cómo ha muerto gente por un aeropuerto por el que he pasado un montón de veces que ver una carretera de un sitio que no sé dónde está. Pero eso no significa que tenga más riesgo ahora, ni que tenga más riesgo que en coche. Calculen ustedes mismos, muertes en avión en los últimos 20 años y muertes en coche (más de 3.000 por año). Aun teniendo en cuenta que el coche es más utilizado que el avión, éste último sigue siendo más seguro, básicamente porque los factores de riesgo se pueden medir en cada trayecto, hay más controles y el nivel de preparación de los pilotos es mayor.
Mejorar la situación
Hasta ahora sólo he intentado explicar que nos dejamos llevar por la espectacularidad y por nuestra percepción equivocada del riesgo, pero hasta aquí sólo significaría que vivimos en una gran mentira sin mayores consecuencias.
Sin embargo no es así, ya que la percepción social del problema influye en los medios que se ponen para solucionarlo. Si hoy preguntásemos a la gente si prefiere que el Gobierno invierta dinero en la mejora de la seguridad aérea o de la seguridad vial, muchos escogerían la primera, sin saber que están aumentando su peligro de morir en un accidente. No es fácil darse cuenta, y menos cuando el corazón se encoje y nubla nuestra razón.
Para estar informado de verdad
Para mí la solución puede estar en la unión de buenos profesionales de la comunicación con filtros sociales y periodismo ciudadano. Ninguno es la solución por sí mismo pero todos pueden jugar un gran papel. Conjugar estos tres elementos de una forma óptima, que tenga éxito entre la sociedad y que esté asociada a un modelo de negocio sostenible, es una tarea difícil pero necesaria. Y seguro que se conseguirá.
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