Facebook (y en menor medida Twitter) son el tren que ninguna empresa ni ningún medio se quiere perder. La moda de la que hay que hablar.
Para los primeros, empresas, tiene sentido. Después de años invirtiendo en vallas publicitarias, las redes sociales no pueden tener un retorno peor.
Para los segundos, medios, también. Por una parte ven que su futuro no son las redes sociales pero sí pasan por ellas, como canal de comunicación y de captación de usuarios. Y por otra como moda de la que hablar: si la nieve en Madrid abre los informativos que haga falta, los grupos de Facebook no se pueden quedar atrás en importancia.
Intencionados o no, estos son mis mitos y leyendas favoritos creados por estos dos actores.
Amigos vs Contactos
Los buenos amigos siempre son pocos, los amigos unos cuantos más, y con los conocidos ampliamos el círculo. Pero en Facebook lo que tiene normalmente la gente son contactos, un grupo que es más grande que los anteriores y no lo suele incluir en parte.
Que Facebook sea posiblemente el que mejor representa nuestro grafo social no significa que tener muchos “amigos de Facebook” implique tener muchos amigos. Curiosamente el mayor valor, el del grafo social de “gente en la que confío”, casi no está aprovechado.
Redefiniendo el concepto fan
Hace un par de meses Facebook cambiaba el “hacerse fan” por “me gusta”. Tienen sus motivos estratégicos, pero también se ajusta más a la realidad (a pesar de que antes fuese mucho más divertido para los usuarios).
De toda la vida, un fan era habitualmente un adolescente capaz de dormir a la intemperie para conseguir la primera fila en el concierto de su ídolo. ¿Cuántos de tus “fans” en Facebook harían esto por ti?
El “Me gusta” es el mismo dedito que utilizamos cuando decimos que nos gusta algo en un escaparate. De ahí que compremos va un trecho, y de ahí a ser fans mejor ni pensarlo.
Ni a las empresas ni a los medios les interesa quitarle hierro al asunto, pero la barrera de entrada para el usuario al hacerse fan de algo es casi nula. Ahora bien, si alguno quiere seguir sacando como noticia del día que los baches de su ciudad tienen miles de fans en Facebook, no seré yo quien se lo reproche.
¿Estamos en Facebook para atraer tráfico?
Creo que es el principal objetivo de algunos medios. Generar tráfico interno en Facebook no tiene un retorno directo, lo interesante es ganar usuarios.
Ahora bien, abran su Analytics y miren cuánto tráfico genera. ¿Compensa el esfuerzo? Seguro que no en la mayoría de los casos. Claro, que tiene un retorno indirecto en imagen, ¿no?
¿Estamos en Facebook para mejorar nuestra imagen?
Todo suma, desde luego. La competencia no está a un click y generar usuarios fieles es importante. Ahora bien, ¿tiene Facebook mejor retorno que una valla publicitaria o el patrocinio de un blog? Conviene preguntárselo.
Lo primero seguro, lo segundo depende. Quizás sí teniendo en cuenta que un community manager suele salir gratis.
Facebook es una cafetería, no un centro comercial
Una última cuestión, tan obvia como las anteriores pero que a veces se escapa. Cuando estamos en un centro comercial habitualmente estamos allí para comprar. Cuando estamos leyendo una revista (en papel o no) estamos receptivos a ver cosas que comprar. Y cuando estamos tomando unas cervezas con nuestros amigos no tenemos el modo de compras activado.
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